Como todos los años, la doctora Orta coordina los programas de salud del LFB y en 5eme se encarga de la prevención del tabaquismo. Así pues, este curso hemos estado trabajando sobre esta cuestión desde diferentes materias y nos hemos vuelto a presentar al concurso Classe Sense Fum desde la asignatura de Lengua castellana y Literatura.
Entre otros aspectos, nos hemos centrado en los efectos nocivos del tabaco, en cómo tomar decisiones conscientes sin dejar que se nos presione para que fumemos, en cómo protegernos del tabaquismo de otras personas y no convertirnos en fumadores/as de segunda o tercera mano, en la dificultad que supone abandonar una adicción, etc. En definitiva, nos ha interesado especialmente la preservación de la salud del alumnado y su bienestar, tanto físico como psíquico.
Pero también hemos aprendido que la industria del tabaco es muy contaminante y que las colillas de los cigarrillos son altamente tóxicas debido a que contienen acetato de celulosa (un tipo de plástico que no es biodegradable) y un sinfín de sustancias que son muy nocivas tanto para el medio ambiente como para los animales (incluidos los humanos).
Así pues, como colofón final, con el objetivo de celebrar el Día Mundial Sin Tabaco y para proteger nuestro entorno más inmediato (unos días antes del Día Mundial del Medio Ambiente), el pasado viernes 31 de mayo de 2019 hicimos, durante la hora de Lengua castellana y Literatura, una recogida de colillas y otros residuos no biodegradables con el grupo-clase de 1º de la ESO 5 y su profesora de inglés, la señora Meir, de camino hacia los jardines de la Villa Cecilia y de Santa Amelia y limpiamos durante unos 45 minutos aproximadamente tanto la calle como una plaza, un parque infantil y el primer jardín antes citado.
Nos habría gustado seguir hasta el segundo, pues hacer limpiezas en grupo es muy entretenido y “adictivo”, pero no nos dio tiempo, aunque logramos entre todas y todos llevarnos más de 1,5 kg de residuos, entre los cuales se encontraban unos 5 litros de colillas (2500 aproximadamente). Cabe destacar que, cada vez que llueve, muchas de las colillas que se encuentran en las calles de nuestras ciudades acaban siendo arrastradas hacia las cloacas y de ahí van directas al mar, por lo que, sabiendo que una sola colilla puede contaminar 10 litros de agua salada, calculamos que el viernes pasado “salvamos” potencialmente unos 25000 litros, ¡lo cual no está nada mal!
Este reto medioambiental y muy saludable, inspirado por la iniciativa ciudadana No Más Colillas en el Suelo Barcelona (premiada el mismo día por el Programa Atenció Primària Sense Fum y por el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya), motivó enormemente al alumnado, el cual tuvo un comportamiento ejemplar en todo momento, se implicó al máximo e incluso improvisó un concurso para lograr que cada una de las personas que participaban en esta recogida de residuos tuviera como objetivo llevarse el máximo de basura posible en un tiempo limitado (trash challenge en inglés).
Felicito a todo el grupo-clase por haber llevado a cabo un excelente trabajo en equipo, siempre con una sonrisa y con una energía muy positiva, dispuesto a mejorar el entorno en que vivimos. ¡Es un placer y un orgullo ser vuestra profesora!
Patricia Agüera Pàmies
Profesora de Lengua castellana y Literatura
Las fotografías de la recogida son de Oriana, alumna de la 5e5
Selección de testimonios de la experiencia:
Daniel: ”Una recogida para un mundo mejor.”
Oriana: “Un cambio para la humanidad.”
Martí: “En general me encantó recoger colillas; me sirvió para concienciarme de toda la basura que hay en el suelo.”
Kilian: “Pudimos disfrutar de una nueva experiencia y cuidar del planeta en el que vivimos.”
Toni: “Mi experiencia recogiendo colillas y otros residuos fue inolvidable. […] Esta salida pedagógica fue motivadora y me causó un bienestar interior. Fue muy divertida y entretenida.”
Jean-Paul: “Después de recoger todas las colillas que pudimos sentí bienestar dentro de mí porque sabía que había hecho algo bueno para el medio ambiente.”
Gaël: “Recogimos 2500 colillas por la salud de todos y por la del planeta.”
Marçal: “Recoger colillas no es una tarea fácil, pero igual que todas las actividades que cuesta realizar, vale la pena porque después uno se siente bien. Ahora veo colillas en el suelo por todas partes.”
Valentino: “Cuando empecé a recoger la primera colilla me sentí como si purificara la Tierra.”
Emma: “Cuando estábamos recogiendo por el parque, algunas personas me dieron las gracias, y eso me hizo sentir muy bien. La hora se me pasó volando.”
Max: “Esta actividad fue muy diferente de las que suelo hacer y desde luego que nunca me habría imaginado una salida de clase de este tipo.”
Julia: “Una experiencia concienciadora. Fue maravilloso hacer una acción tan buena y me acordaré siempre de ella.”
Flora: “Me gustó haber dejado el parque adecentado y limpio y haber hecho este pequeño gesto por el planeta.”
Joan: “Hubo gente que se interesó y me preguntó qué estábamos haciendo.”
Martina: “Me hizo sentir mejor persona.”
Álex: “Lo que me gustó más fueron los agradecimientos de la gente que pasaba por el parque.”
Matteo: “A la vuelta de la recogida no vimos ni una sola colilla en el suelo. […] Estaba a gusto conmigo mismo. Fue muy reconfortante y satisfactorio.”
Clarisse: “Yo no pude acudir […] Mis compañeras y compañeros me han dicho que […] se sintieron muy orgullosos de llevar a cabo una acción que puede […] suponer un cambio de manera de vivir.”
Dan: “Lo que menos me gustó fue la duración de la salida; no se le podía hacer nada a eso, y ya está muy bien lo que hicimos, sólo que sentí que no hacía lo suficiente por el planeta.”
Carla: “Lo que me disgustó más fue el mal olor de las colillas.”
Sofía P. : “Lo que más me gustó fue trabajar en grupo con un objetivo positivo y ver que el trabajo duro fue bien recompensado (2500 colillas recogidas).”
Constance: “Sentí alivio al haber recogido tantas colillas. Me gustó contribuir en que ahora haya menos contaminación y en que la Tierra esté más limpia.”
Lila: “Lo que me gustó de verdad fue recoger residuos y colillas teniendo en cuenta que lo que hacía era una acción que no sólo ayudaría a los peces y al medio ambiente, sino a que nosotros/as y las generaciones futuras vivamos en un mundo sano y limpio.”
Juliette: “Cuando vi todo lo que habíamos recogido me sentí buena persona, porque en el fondo pensé que sigue habiendo esperanza para que haya un futuro sostenible.”
Sofía S. : “Volver al colegio me costó bastante, ya que es como un ‘vicio’: en cuanto uno/a se pone a recoger residuos, es imposible parar hasta que ya no quede nada.”
Óscar: “La sra. Agüera nos dijo que la salida se haría el 31 y me acordé de que aquel día no estaría y me llevé un disgusto. Me habría gustado que alguien me hubiera preguntado por lo que hacíamos y poder explicarle lo que hemos aprendido sobre este tema y que, con un poco de suerte, se hubiera unido a nosotros/as.”
Santi: “Sobre todo había colillas en todos los alcorques y entre las plantas y también recuerdo que había muchos plásticos entre los arbustos.”
Félicie: “Cada colilla recogida era una menos para el planeta; quería verlo de color azul, y no gris.”
Aloÿs: “Si todos hiciéramos nuestra parte, podríamos tener un planeta más saludable.