La Dra. Dolores Orta ha participado, en representación del LFB, a la VIII Jornada Técnica de prevención y atención a adolescentes en riesgo que organiza cada año Amalgama-7 y que ha tenido lugar el 21 y 22 de octubre en Madrid.
Amalgama-7 es una entidad pionera en la atención terapéutica y educativa para adolescentes, jóvenes y sus familias.
Esta edición ha versado sobre el tema: “Terapias para adolescentes con trastornos de conducta. ¿Kaspárov o Deep Blue? ¿De la inteligencia emocional a la inteligencia artificial” y ha tenido como objetivo la presentación y el debate de distintos instrumentos diagnósticos y terapéuticos, desarrollados desde los campos de la genética, la neurociencia, y la neurotecnología. Para el análisis y el debate de este imparable futuro tecnológico aplicado a la salud mental, se organizaron diferentes mesas compuestas por expertos de los ámbitos de la salud, la salud mental, la escuela, la educación, la justicia, el tercer sector y el sector empresarial.
La Dra. Orta participó en la mesa dedicada a las escuelas titulada: “Los alumnos irritables, irritantes y desafiantes. ¿Por qué lo son?, ¿son reconducibles?” Presentó el Servicio de Salud de una escuela como el Liceo Francés, su funcionamiento y las actividades que lleva a cabo en los distintos ámbitos de la salud, y de forma más específica de la salud mental. Resultó muy interesante conocer las herramientas que se pueden utilizar actualmente para fines diagnósticos y terapéuticos basadas en nuevas tecnologías (realidad virtual, tratamiento en neurofeedback, estimulación magnética transcraneal…).La investigación persigue conseguir técnicas más precisas, focalizadas y menos invasivas que ayuden al paciente a la reducción del consumo de psicofármacos y con ello también a los efectos secundarios indeseables de estos. En ese sentido son indudablemente necesarias. Pero también es necesario valorar si serán más eficientes y mejorarán los resultados clínicos. Aunque vivimos una época espectacular de desarrollo tecnológico, una de las conclusiones de las jornadas, fue que la tecnología más avanzada continua siendo un buen terapeuta.
Desde la escuela, es importante conocer estas nuevas herramientas tecnológicas aunque no se vayan a utilizar ya que la finalidad de un servicio de salud escolar no es ni diagnosticar ni tratar las patologías. Pero saber que existen y son eficaces es necesario para orientar bien a las familias en el diagnóstico y acompañar a los alumnos en el tratamiento.